La luna estaba triste - parte dos

Pasaban los días y la Luna se veía más atachada, su hermosa figura redonda poco a poco se convertía en una media naranja, y su trsiteza hizo que su llanto pase de ser una simple lluvia nocturna hasta ser una gran tormenta que inundó la tierra.
El sapito cantor, salió una noche nadando y le dijo a la Luna:
Ya no llores lunita lunera, que te he escrito una canción, para que tu corazón se alegre. Y así el sapito con su voz tan dulce empezó a cantar: croc croc croc croc, croc croc, croc croc croc croc croc
Pero ni el sapo ni su canto consolaron  a la Luna y ella siguó llorando hasta que de tanto llorar desapareció.